miércoles, 4 de marzo de 2009

El cuento de nunca acabar

Estos son algunos de los libros que no terminé de leer nunca y que jamás terminaré:

*FACUNDO, de Domingo F. Sarmiento (me faltó muuuy poquito);

*EL HOMBRE MEDIOCRE, de José Ingenieros (me dormí con la segunda palabra);

*PEDAGOGÍA DEL OPRIMIDO, de Paulo Freire (muy repetitivo);

*LA COMUNIDAD ORGANIZADA, de Juan Domingo Perón (bueh... mmmm... este sí quizás lo vuelva a agarrar);

*ISABEL PERON, de María Sáenz Quesada (mmm... bueh.... quizás a este también lo retomo).

***Aclaración fundamental: no soy peronista.

No sé a Uds., pero a mí me sucede algo muy particular con los libros.

Por un lado, como sostenía Julio Cortázar, son una fuga a nuestro mundo más privado, un refugio de la realidad incomparables con cualquier otro. Por eso, nunca sé a dónde me van a llevar y donde me van a dejar tirada- para siempre- con una visión totalmente nueva de esas mismas cosas que antes me parecían tan comunes.

Y por el otro, cuando ese viaje único que es la lectura de un libro está por terminar, porque -maldita sea, llego al último capítulo- pierdo total interés en seguirlo hasta el final. Tardo una semana en cruzar la mitad del recorrido y tres en terminar el último tramo. Más aún, cuando esas letras me fascinaron.

Me cuesta descifrar el motivo profundo de estas decisiones, aunque tengo la sospecha de que se trata un desinterés total por abandonar la historia, sus personajes, el acertijo, el descubrimiento, las deducciones que llevan a la conclusión de la teoría.

No sé. Y creo que tampoco me interesa saberlo.


Marianela Aladio